Tweet
Sumergirme en "Origen", la quinta entrega de la serie protagonizada por Robert Langdon, ha sido una experiencia intrigante y llena de revelaciones. Dan Brown, conocido por su habilidad para entrelazar ciencia, religión y arte con el suspenso, no decepciona en esta nueva novela. La trama, que promete responder a dos de las preguntas más antiguas de la humanidad: "¿De dónde venimos?" y "¿A dónde vamos?", se despliega con el estilo característico del autor, repleto de giros inesperados y escenarios deslumbrantes.
Puntos positivos:
Puntos positivos:
- Intriga y suspenso: Desde el primer capítulo, Brown captura nuestra atención con un ritmo trepidante. La muerte de Edmond Kirsch, un futurista ateo con un descubrimiento revolucionario, desencadena una carrera contra el tiempo que mantiene a los lectores al borde de sus asientos.
- Contexto científico y tecnológico: La forma en que Brown incorpora la inteligencia artificial y las teorías científicas avanzadas es fascinante. El personaje de Winston, una IA altamente desarrollada, añade una dimensión futurista a la narrativa, explorando los límites de la tecnología actual y futura.
- Escenarios deslumbrantes: Los paisajes de España, desde el Museo Guggenheim en Bilbao hasta la Sagrada Familia en Barcelona, no solo sirven como telón de fondo, sino que se convierten en personajes por derecho propio. La rica descripción arquitectónica y cultural proporciona una profundidad visual que enriquece la historia.
- Reflexión filosófica: "Origen" no es solo una novela de acción; también invita a la reflexión sobre temas profundos como la creación, la fe y el futuro de la humanidad. Brown plantea preguntas filosóficas que desafían las creencias tradicionales, obligándonos a pensar más allá de lo evidente.
- Desarrollo de personajes: Robert Langdon sigue siendo un personaje carismático y sagaz. La evolución de su relación con Ambra Vidal, directora del Museo Guggenheim y coprotagonista, añade un elemento emocional que equilibra la acción frenética.
- Previsibilidad en la fórmula: Aunque la fórmula de Brown es efectiva, para los lectores habituales de sus obras, algunos giros pueden resultar previsibles. El patrón de pistas ocultas, persecuciones y revelaciones puede sentirse repetitivo para aquellos familiarizados con su estilo.
- Caracterización superficial: A pesar de que los escenarios y la trama están bien desarrollados, algunos personajes secundarios carecen de profundidad. Figuras como el almirante Ávila, aunque intrigantes, no siempre reciben el desarrollo necesario para que sus motivaciones se sientan plenamente justificadas.
- Diálogos expositivos: En ciertos momentos, los diálogos se sienten más como una lección que como una conversación natural. La necesidad de explicar conceptos complejos a veces interrumpe el flujo natural de la narrativa.
- Ritmo inconsistente: Aunque la mayoría del libro mantiene un ritmo acelerado, algunos capítulos se sienten más lentos, especialmente cuando se detienen en explicaciones detalladas. Esto puede afectar la inmersión del lector en la trama.
- Final predecible: Aunque la revelación final es impactante, algunos lectores pueden anticipar el desenlace antes de llegar a las últimas páginas, lo que disminuye un poco el impacto de la gran revelación.